¿Qué es la Economía Social y Solidaria?
Construir un futuro sostenible para todo el mundo
La ESS es un modelo económico resiliente y sostenible que entiende la economía como una forma de responder a las necesidades individuales y colectivas, respetando los recursos naturales y promoviendo la justicia social.
La Economía Social y Solidaria es un sistema económico basado en el bienestar común, que promueve un desarrollo económico equilibrado, sostenible y justo, que cubra las necesidades de su entorno social y medioambiental. Las entidades que forman parte de la ESS se caracterizan por la gestión democrática y horizontal, el uso racional de recursos y la propiedad colectiva. La actividad económica derivada de este sistema busca dar respuesta a necesidades específicas de su entorno, fortaleciendo el trabajo en red y el arraigo en el territorio.
La Economía Social y Solidaria está formada por una diversidad de iniciativas económicas que tienen en común ofrecer una forma alternativa de organizar la producción, la distribución y el consumo de bienes y servicios, basándose en valores y principios que priorizan a las personas y la vida, y, por lo tanto, sus necesidades y las del entorno comunitario. Quieren inspirar la transformación del sistema económico actual en otro que sea sostenible, plural, democrático, solidario, equitativo y feminista.
Las cooperativas, como forma tradicional, más representativa e importante de la Economía Social y Solidaria, se convierten en motor y tractor y se definen como una asociación de personas que se unen voluntariamente para atender a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes a través de una sociedad de propiedad conjunta y una gestión democrática. Las cooperativas son, pues, un modelo heterogéneo presente en todos los sectores de actividad económica.
Al mismo tiempo, son las únicas formas jurídicas que comparten principios y valores universales, definidos por la Alianza Cooperativa Internacional.
Los principios y valores de la Economía Social y Solidaria y de las organizaciones que la integran son:
Orientación para satisfacer necesidades
La Economía Social y Solidaria responde a una lógica de mercado basada en las necesidades reales de las personas y no en la generación de beneficios económicos. Esto implica un gran conocimiento del entorno en el que se desarrolla la actividad y un gran compromiso con la solución ética y responsable de problemas. Al mismo tiempo, la ESS promueve el consumo racional de productos y servicios, buscando también generar un equilibrio sostenible entre oferta y demanda. La ESS no tiene una finalidad de lucro. Responde a una distribución limitada y transparente de excedentes o resultados positivos vinculada a la actividad desarrollada por las personas integrantes de la misma y no al capital.
Intercooperación
La ESS entiende la intercooperación como una práctica enriquecedora que permite a las entidades que la practican crecer en experiencia y capacidades. Con esta práctica se pueden abordar desde diferentes perspectivas los grandes retos que enfrenta nuestra sociedad, sumando el conocimiento y la creatividad de todas aquellas entidades que participan, en lugar de competir entre sí.
Arraigo en el territorio y sostenibilidad ambiental
La Economía Social y Solidaria incorpora el concepto de “sostenibilidad” desde todos los aspectos posibles en el impulso de sus proyectos. Es prioritario para este sistema que los proyectos que se impulsan respondan a:
- Compromiso con el medio ambiente y voluntad de hacer efectiva una transición energética y ecológica para revertir la emergencia climática.
- Arraigo en el territorio y participación en el tejido social.
Transparencia e igualdad
Los proyectos económicos de la economía social promueven la democracia interna y la participación igualitaria tanto en la toma de decisiones como en las tareas reproductivas. Además, de forma colectiva y organizada, se dotan de herramientas externas que les permiten evaluar su actividad y gestión y compartirla públicamente para darla a conocer. De esta manera, se garantiza la transparencia interna y se promueve una revisión permanente de las mismas dinámicas de funcionamiento. Es por eso que son esenciales la transformación social feminista, la igualdad de género, la generación de empleo estable, las relaciones laborales justas y de calidad, así como la equidad salarial. La ESS apuesta por la transparencia sobre la actividad, el sistema de gobierno, la gestión, las retribuciones y la distribución de excedentes o resultados positivos, en su caso.
Cifras de la ESS
79%
Conocen qué es el cooperativismo e identifican la especificidad de la gobernanza interna, los valores y los principios.
7,4%
Empresa mejor valorada seguida del trabajo autónomo con un 6,5 y las sociedades de capital con un 6 de media.
85%
Opinan que es una forma empresarial útil para la sociedad con una puntuación que oscila entre 7 y 10 puntos, frente al 15% de las sociedades de capital donde la puntuación oscila entre 5 y 8 puntos.
60%
Identifican que el cooperativismo se puede desarrollar más fácilmente en las zonas rurales y en el sector primario.
25%
Todas las empresas son difíciles de constituir, siendo la cooperativa la que más.
18 a 24 años
La población más joven es la que más asocia el cooperativismo a una herramienta política para el cambio.